junio 10, 2011

Inmerso en la nube: instalando un Web Os

Estando en Chile, a través de mi amigo Fidel Kalax Ruiz (@k_laxdlaselva), conocí @Jolicloud una plataforma en línea que facilita la gestión de nuestras aplicaciones web, archivos y servicios desde diferentes dispositivos. Es sencillo, para comenzar sólo se necesita ingresar a http://www.jolicloud.com/ desde Chrome/Chromium, Firefox 4 o Safari 5  y crear una cuenta o registrarse con el usuario y contraseña de Facebook. Luego se podrá personalizar el escritorio navegando por las aplicaciones nativas (para Dropbox,  Skype, VLC, Gimp, entre otras) o por categorías: aplicaciones desarrolladas por terceros (como Google Docs, Facebook, Flickr, Evernote, etc) y las que desarrollan los usuarios. Esto significa que con nuestra cuenta y una conexión a internet podremos acceder al escritorio desde casi cualquier equipo.


MyJolicloud
Interfaz del escritorio desde Safari para iPad
He estado haciendo pruebas desde hace varias semanas, incluso lo he estado probando desde el iPad (aún no funciona con Android) y dentro de las cosas que más me han gustado está la ubicuidad de la información: "el hecho de que nuestros datos o aplicaciones estén disponibles desde cualquier lugar" (Reig, 2008)

Ahora decidí dar el siguiente paso: instalé en mi portátil Joli OS, un Web OS (sistema operativo para la web) tan ligero que funciona de maravilla para notebooks y en computadoras con bastantes años de uso, de nuevo lo mejor (o peor) trabaja en la nube, similar al funcionamiento de los Chromebook.



Si alguno se pregunta todavía qué es o para qué Jolicloud, espero el siguiente vídeo lo aclare:



¿Ustedes dejarían la estabilidad de un SO tradicional o más bien común (como Windows) para moverse a uno en la nube? Termino citando a @dreig cuando hace unos años mencionaba que:

Existe, en paralelo a este movimiento, una corriente de pensamiento reticente, que llega a asegurar que los sistemas operativos para la web pueden terminar con lo 2.0.El motivo es lógico: los prosumidores (consumidores y productores de información) no somos desarrolladores de código (más si este, como en la mayoría de las plataformas en las que interactuamos es cerrado). Defensor ejemplar de este punto de vista es Richard Stallman, de la Free Software Foundation y el proyecto GNU:
“Una de las razones por las que no debes usar aplicaciones web para tus tareas de TI, es que pierdes el control. Tú debes estar en condiciones de realizar tus propias tareas en tu propio PC, en un programa amante de la libertad. Si usas un programa propiedad de un proveedor, o el servidor Web de otra persona, entonces quedas indefenso…el cloud computing es una trampa”.
Buen punto ¿y entonces? En mi caso, no soy tan radical y más bien disfruto probando entre las opciones de lo libre, lo privativo y lo que se mueva en el medio, aprendo de cada una, aprovecho sus ventajas y apropió lo que me sirve a mis actividades diarias o laborales. 


¡Vaya fortuna! Antes de publicar esta entrada encontré una discusión muy reciente e interesante de algunos compañeros bibliotecólogos y profesionales de la información sobre el tema de computación en nube y #bibliotecas.

2 comentarios:

Hiperterminal dijo...

Hola!

Concuerdo con Stallman. Soy de los que quieren mantener sus archivos en los equipos. Uso varias aplicaciones en la nube, pero trato de evitar usarlas para archivos importantes.

Saludos

Unknown dijo...

David, gracias por el comentario.

Es cierto lo que dices, pero hace un año el DD de mi laptop se dañó y perdí toda la info de un lustro entero y lo peor: no había back-up de todo.
Casualmente las fotos que subí a varios sitios (incluyendo redes sociales como Facebook o MySpace) y los archivos que tenía en el email (incluso en Bell) me permitieron reconstruir ese archivo que consideraba a salvo en mi equipo. Tal vez, y sin esperarlo, nos va bien utilizando ambas opciones.